miércoles, 28 de septiembre de 2011

SONETO XVII

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con temor yaces con cuerpos desconocidos.
Da miedo contemplarlos si no se les ama,
y más aún si entran en ti y en ellos se presienten peligros,
esa inmensa oquedad donde crecen las malvas.
Aunque finjas amor los ojos te delatan ...
y ellos, usureros de la carne, detectan su temblor.

Con afecto y cariño ...

Lidia