sábado, 25 de abril de 2009

Nashes


El castigo más prodigiosamente horrible que se había inventado nunca contra el amor: dos ¿enamorados? eran condenados a odiarse. Sujetos espalda contra espalda por inflexibles ataduras… los amantes eran arrojados a un yermo, sin alimentos y sin agua. Al poco tiempo aquellos que se habían amado,enloquecidos por el hambre, terminaban por destrozarse, por devorarse. Una especie de suicidio espiritual, de asesinato del alma.

2 comentarios:

€_r_i_K dijo...

Por eso la distancia entre el Amor y el Odio está tan cercana...
No realizaré el quinto mandamiento con el Alma,
ni permitiré su suicidio....


Abrazos, €rik......

lisebe dijo...

Entre el amor y el odio.. no hay distancia son uno solo.. el que se odia se ama y viceversa..

Las ataduras de los sentimientos son cadenas del alma de las que poco puedes escapar...

Pero el suicidio a de ser del alma no del ser que lo alberga es la única manera de desquitarse de los lazos que te atan...!

Besos mi querida ODEYA